La serie nos plantea un escenario post-apocalíptico, quince años después de que toda la electricidad del mundo desapareciera en un suceso denominado el apagón. Después del incidente, el mundo sobrevive como puede, dividido en repúblicas dirigidas con mano de hierro por las milicias. La verdad es que el escenario que se nos presenta donde la vegetación ha invadido todo el mundo moderno es impresionante y me atrae mucho la idea de que no vayamos a ver armas de fuego, sino arcos y combates de espadas.
La trama arranca cuando la milicia irrumpe en un tranquilo pueblo donde se encuentra Ben (Tim Guinee), el cual esconde un secreto sobre el apagón y porta un misterioso colgante. Su hija Charlie (Tracy Spiridakos) junto con la novia de Ben y su amigo Aaron (Zak Orth) parten en busca de Miles, el tío de Charlie, que le ayudará a combatir a la milicia. Deberán sobrevivir en un ambiente hostil donde la primera norma es no confiar en nadie.
Lo que menos me gusta de la serie es la presencia J.J. Abrams, cierto es que siempre nos propone unas series la mar de interesantes pero que acaban flojeando como Perdidos, Alcatraz o Fringe. Lo que me da algo de confianza para que esta serie no caiga en la desgracia es la participación de Jon Favreau, el director de Iron Man, y de Erik Kripke (Sobrenatural). La serie peca algo de "perdidismo" mostrándonos algún flashback y haciéndonos las cosas predecibles, y mostrando incógnitas que todos esperamos que se resuelvan. A pesar de ello, el primer capítulo es altamente entretenido y consigue engancharte, veremos si la serie progresa adecuadamente o cae en el olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario